domingo, 10 de julio de 2016

Sólo para uchinānchus

Sólo para uchinānchus

Aunque hayas nacido en Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Perú o Kazajistán, sabrás que eres uchinānchu si...
1.- Eres cejón y velludo.
2.- De chico, tu obā y tu ojī te decían que no te juntaras con dojin (o gaijin).
3.- Los naichā ponen cara de poto cuando tienen que escribir tu nombre.
4.- La primera vez que fuiste a Okinawa, todo el mundo te parecía conocido.
5.- El tōfu y el kamaboko de naichi te parecen una “eme”.
6.- Alguna vez te dijeron gachimayā.
7.- Mueres por el sōki soba, el gōyā chanpurū y los sātāandāgī.
8.- Cuando escuchas la canción “Tōshin dōi”, aunque nunca lo hayas hecho antes, los pies y las manos te pican por bailar kachāshī y te dan ganas de silbar metiéndote los dedos a la boca.
9.- Te dijeron “chino”, “japonés”, “coreano”, “vietnamita” y hasta “filipino” (como a mí), pero nunca “okinawense”.
10.- Y si, aparte de todo lo anterior, encima te apellidas Higa (con perdón de los Kinjō, Kanashiro, Kaneshiro, Kanagusuku, Kanegusuku, Kanagushiku o Kanegushiku), entonces puedes estar completamente seguro de que eres un uchinānchu de pies a cabeza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario